Los consumidores uruguayos de la «hierba feliz» andan contentos por el montón de cambios que poco a poco se están dando en su país
Luego del 4 de julio de 2013, pasamos a tener en Suramérica a un pequeño país que le dijo adiós al prejuicio de la marihuana y terminó legalizando su consumo al mismo estilo de los países europeos.
Estemos claro, como en la mayoría de los países del mundo, Uruguay ya tenía ciertas zonas frecuentadas por los amigos de la hierba para relajarse un rato. De hecho, la despenalización vino como una formalidad debido a que el consumo de marihuana no contenía penas fuertes dentro de la ley.
Desde hace años, diferentes organizaciones estuvieron abogando por la legalización total de la planta pero no fue sino hasta que el ministro de Interior de Uruguay convocó a esas organizaciones para estructurar el marco legal que se les tomó en serio. Un año más tarde de culminadas las reuniones y aprobada la ley, la doctora Raquel Peyraube, asesora de la Junta Nacional de Drogas, anda en una de celebración: “el 10 de diciembre se cumple un año desde que Uruguay legalizó el Cannabis y a pesar de las amenazas y la opinión pública adversa para uso recreativo, seguimos trabajando con seriedad, compromiso y respeto por los derechos humanos y civiles de todos”.
Un año después de la implementación de la ley es que está comenzando a desarrollarse la industria del cannabis. Por ejemplo, si hablamos de eventos, a finales de 2014 tuvo lugar por primera vez el festival Expocannabis donde hubo ponencias, exposiciones de la planta, proyecciones, y por supuesto herramientas del buen fumador. Algo como las ferias del expomueble, pero con esmoñadoras, pipas corrientes, pipas de agua, entre otros. Un paraíso para todo marihuanero.
[divider]O te casas con una uruguaya o te mudas[/divider]
Poco tiempo después de la promulgación de la ley, por el ahora exPresidente Pepe Mujica, lo común en las farmacias uruguayas era recibir visitas de argentinos que por lo menos cinco veces al día preguntaban si ya se estaba vendiendo cannabis y regresaban derrotados tras la negativa. NO está permitida la venta de marihuana a nadie que no sea ciudadano uruguayo. Así que sentimos romper tus ilusiones si estabas pensando en agarrar tus maletas y pasarte unas vacaciones por allá.
Los uruguayos y residenciados legales son los únicos que tienen permitido registrarse ante el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) para luego poder ir a la farmacia, como cualquier otro ciudadano y comprar los 40 gramos autorizados por la ley al mes o si prefiere, cultivar hasta un máximo de seis plantas en su casa. Claro, con conocer a un uruguayo amigo de un amigo, puedes resolverte en una de las tantas fiestas “verdes” que se hacen en la playa o la casa de alguien muy famosas desde hace años. De hecho, el mercado negro marihuanero sigue existiendo, pero nadie te garantiza cannabis de buena calidad y menos si no eres natural de Uruguay, recuerda que a los turistas siempre intentan sacarles dinero.
De todas maneras, no será sino hasta finales de 2015 cuando comience formal y activamente la venta de cannabis en las farmacias uruguayas, según palabras de Milton Romani, secretario de la Junta Nacional de Drogas.
A pesar de los controles por parte del Estado, todos ven como positivo que los consumidores uruguayos por fin podrán probar un producto de calidad o hecho en casa. La mayoría de la marihuana que entraba al país era proveniente de Paraguay y es catalogada como hierba de pésima calidad. “Lo bueno de cultivar es que con el paso del tiempo se pone gustoso, porque cuando fumas lo tuyo por primera vez es como comer el tomate de tu quinta, lo otro no existe”, cuenta Marcelo quien se encarga de cuidar un invernadero en Montevideo.
La legislación te permite formar clubes de Marihuana de hasta 45 socios y una disposición máxima de 99 plantas. De acuerdo con información publicada por El Pais, cobran hasta US$ 400 para poder unirse a uno de estos grupos, teniendo en cuenta que cada club es particularmente diferente de los demás. En definitiva, es totalmente legal intercambiarse las cosechas y probarlas todas a ver quién es el que mejor cultiva la planta, aunque lo más divertido debe ser escoger los nombres de esos grupos: “Marihuaneros sin mordaza”, “Cannabis, la vida y nosotros”, “Se vive verde”, etc. Sin ánimos de ofender, uruguayos.
[divider]Hierba para todos[/divider]
Desde hace rato en el país austral todo el mundo ha estado dejando la pena y la ganya no es un tema tabú, aparte, los recursos que se recauden de la venta de la hierba ahora irán a programas sociales relacionados con las adicciones y no a una lucha inútil y doble moralista contra la droga. La ley dice que está expresamente prohibido manejar bajo los efectos de la planta y, al igual que el cigarrillo, no se puede fumar en lugares públicos cerrados.
Para que los narcotraficantes no le hagan la competencia al gobierno, la marihuana tanto por la venta en farmacias como por cultivos propios, pagará un impuesto llamado Impuesto a los Productos Agropecuarios que no le llega ni a las rodillas al impuesto que pagan los uruguayos por alcohol y tabaco. Fueron más de 22 empresas farmacéuticas las que solicitaron permisos para cultivar marihuana luego de aprobada la ley, es decir, 22 nuevas trabas para los narcos que tenían dominado el mercado en el país.
La legalización no solo viene a legalmente ponerle los ojos rojos a los fumadores uruguayos, sino que el Estado también se verá beneficiados por eventos y competencias internacionales, como la Expocannabis.
Fotos cortesía: Marcelo Bonjour
Pero también se realizó la Cannabis Cup, en diciembre del año pasado, que no es más que degustar diferentes cultivos de los fanáticos de la hierba, los ganadores se llevan trofeos y premios que varían todos los años.
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Dejemos la doble moral a un lado. ¿Nos terminamos de quitar las caretas y desarrollamos esta industria? Eso sí, el tema hay que tratarlo con seriedad y sin el “cuyaguerismo” y “chaborreo” mental que caracteriza a algunos venezolanos. Porque estemos claros, por eso es que acá en el país una legislación como la uruguaya resulta una utopía.
PD: Si alguien de otro país no entiende el significado de “cuyaguerismo” y “chaborreo” se lo explicamos en los comentarios.