Por Humberto Sánchez Amaya @CineRockFest / @HumbertoSanchez
R.E.M. by MTV (2014) es un documental en el que predomina la ironía. Su director, Alexander Young, no es nada ingenuo al comenzar su película con imágenes de Michael Stipe en momentos en el que entra en la adultez y asegura que la música de la banda que lidera no está hecha para las emisoras de radio.
Era la época incipiente de unas de las bandas de rock más importantes de los noventa, que muchos terminaron de conocer gracias a los videos que transmitía la cadena estadounidense, antes de su etapa de reality shows.
El realizador se encarga de recopilar todo ese material audiovisual en el que los miembros del grupo reflexionan sobre su carrera para así reforzar la idea del título. No lo hace para condenar, pues el director muestra el proceso natural de un grupo de artistas cuya obra empezó a ser cada vez más del gusto del público.
Empezaban a vivir con las contradicciones de la realidad y el discurso contestatario de los inicios se enfrentaba a un contrato por más de 300 millones de dólares con Warner Music.
R.E.M en sus comienzos fue un grupo popular en emisoras universitarias, pero Document los catapulta. Las radios comerciales empezaron a pedir sus temas cada vez más.
El significado de las letras es otro tema que se trata con humor. En un programa de televisión, cuando todavía tenían caras de niños, les preguntan qué significan. Los músicos tratan de dar una respuesta enrevesada, pero en otra entrevista Mike Mills confiesa que muchas veces ni él las entiende, que prefiere quedarse con las imágenes que le evocan.
Cuando empieza la popularidad de la agrupación, Stipe admite que le pedían hacer canciones con un contenido más trivial, lo que acepta como un reto. “Escribí las letras mas fútiles que puede haber hecho”, afirma antes de que empiece a sonar “Stand” del álbum Green (1988). Afirma además que a medida que se hicieron famosos, se les hizo imposible cambiar para complacer a los demás en varios aspectos.
Sin embargo, también supieron imponerse. Young destaca cómo en Out of Time decidieron dejar a un lado instrumentos como la guitarrra para darle protagonismo a otros, como la mandolina, cuyo sonido es el que identifica a “Losing my Religion”. Hubo dudas con ese experimento, pero vendieron más de 100 millones de copias.
Hay dos carencias importantes. Apenas se habla de la relación de Stipe con Kurt Cobain, a quien el cantante admiró y quiso. Tampoco se indaga en las razones por las que R.E.M decidió anunciar su separación en septiembre de 2011.
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